
El cambio de nombre de "Golfo de México" a "Golfo de América" en Google Maps ha desatado una ola de reacciones en redes sociales, convirtiéndose en una de las principales tendencias del momento. La decisión, tomada por Google en respuesta a un decreto del presidente estadounidense, Donald Trump, ha generado un intenso debate entre usuarios, políticos y expertos en geografía.
“Hemos recibido algunas preguntas sobre los nombres en Google Maps. Tenemos una práctica de larga data a la hora de aplicar cambios de nombre cuando se han actualizado en fuentes gubernamentales oficiales”, explicó Google en la red social X. La compañía aclaró que el ajuste responde a la actualización del Sistema de información de nombres geográficos (GNIS, por sus siglas en inglés), tras el anuncio del Departamento del Interior de EE.UU. el pasado 24 de enero.
En redes sociales, la medida ha sido duramente criticada por usuarios mexicanos y latinoamericanos, quienes consideran que el cambio es un intento de apropiación geográfica por parte de Estados Unidos. En plataformas como X y Facebook, etiquetas como #GolfoDeMéxico y #NoEsElGolfoDeAmérica han acumulado miles de publicaciones rechazando la modificación.
Mientras tanto, simpatizantes de Trump han defendido la decisión, argumentando que el nuevo nombre refleja la visión nacionalista del expresidente. En comunidades conservadoras de X, el hashtag #AmericaFirst se ha popularizado en apoyo a la medida.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, también se pronunció al respecto en una rueda de prensa, reiterando la posición oficial de su Gobierno: “El golfo de México sigue siendo el golfo de México”. La mandataria enfatizó que “es muy importante porque eso es lo que firmó la plataforma continental de los Estados Unidos, entonces no especulemos más, esto es lo que está firmado por el presidente Trump”.
Pese a la controversia, Google aclaró que el cambio solo afectará a los usuarios que accedan a sus mapas desde Estados Unidos, mientras que en el resto del mundo se mantendrán ambas denominaciones. Sin embargo, la decisión ha avivado el debate sobre el impacto político de las modificaciones geográficas impulsadas por gobiernos y grandes corporaciones.
Comments