
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, se ha convertido en tendencia tras anunciar “medidas arancelarias y no arancelarias” en respuesta al 25% de aranceles impuestos por el presidente estadounidense Donald Trump. Además, rechazó de manera tajante cualquier señalamiento de la Casa Blanca sobre supuestos vínculos de su gobierno con el crimen organizado.
El anuncio, hecho a través de la red social X después de una reunión con su gabinete, dejó claro que México no se amedrentará ante la cláusula de represalia incluida en la orden de Trump. Sin embargo, Sheinbaum no detalló aún los alcances de las nuevas medidas comerciales.
La contundencia de la presidenta mexicana ha provocado reacciones en distintos sectores. Líderes empresariales cerraron filas en torno a su gobierno y, según el Consejo Coordinador Empresarial, le brindaron su “total respaldo ante cualquier escenario comercial que presente la administración de los EEUU”.
Sheinbaum también respondió con firmeza a las acusaciones de la Casa Blanca sobre presuntos vínculos con el crimen organizado:
“Si en algún lugar existen alianzas con los cárteles es en las armerías de los Estados Unidos que venden armas de alto poder a estos grupos criminales, como lo demostró el propio Departamento de Justicia de Estados Unidos en enero de este año”.
Su postura ha generado una intensa discusión en redes sociales, donde la etiqueta **#PresidentaDeMéxico** se ha vuelto tendencia. Mientras algunos analistas advierten sobre el riesgo de una crisis económica por los aranceles, otros consideran que no había otra opción más que responder con medidas similares.
A pesar del tono desafiante, Sheinbaum se mostró dispuesta a dialogar sobre temas de seguridad y salud pública. Destacó que, en sus primeros meses de gobierno, ha realizado importantes operativos contra el narcotráfico y reiteró la necesidad de una estrategia bilateral:
“Coordinación sí; subordinación, no”.
Con esta postura, la presidenta mexicana se posiciona como una figura clave en la relación con Estados Unidos, en un momento de alta tensión comercial y diplomática.
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