El primer ministro saliente de Canadá, Justin Trudeau, advirtió que los consumidores estadounidenses enfrentarán precios más altos si el presidente Donald Trump decide imponer aranceles generalizados sobre los productos canadienses. Trump comentó el jueves en el Despacho Oval de la Casa Blanca que planea aplicar aranceles del 25% sobre los productos de Canadá y México a partir del 1 de febrero, una amenaza que había lanzado anteriormente, pero que no se concretó al inicio de su mandato.
Trudeau subrayó que si Trump cumple su amenaza “ya sea el 20 de enero, el 1 de febrero, el 15 de febrero como un regalo de San Valentín, o el 1 de abril o cuando sea”, Canadá responderá con aranceles de represalia, lo que incrementaría los precios para los consumidores estadounidenses en casi todos los sectores. “No creemos que él quiera eso”, comentó Trudeau a los periodistas en Ottawa.
En cuanto al impacto en los precios de la gasolina, se señaló que el aumento de aranceles podría desestabilizar mercados claves como el de los automóviles, la madera y el petróleo, lo que resultaría en precios más altos para los consumidores. Danielle Smith, primera ministra de Alberta, advirtió que los estadounidenses de algunos estados podrían pagar más de un dólar por galón de gasolina si Trump impone aranceles sobre el petróleo canadiense. A pesar de las declaraciones de Trump sobre la autosuficiencia de Estados Unidos, casi un cuarto del petróleo que consume el país proviene de Canadá, que también es proveedor clave de minerales, metales, acero, aluminio y uranio.
“Estados Unidos debería trabajar aún más con Canadá en nuestra energía, en nuestros minerales críticos, en los bienes que necesitan para entregar el crecimiento económico que Donald Trump ha prometido”, señaló Trudeau. “Esa es nuestra primera opción. Si sigue adelante con los aranceles, estamos listos para responder de manera fuerte, pero de una manera... para averiguar cómo hacer que los retiren lo antes posible”.
Si Trump cumple su amenaza, Canadá está considerando imponer aranceles sobre productos como jugo de naranja, inodoros y algunos artículos de acero de Estados Unidos. En 2018, Canadá ya había respondido con nuevos aranceles tras los impuestos más altos impuestos por Trump sobre el acero y el aluminio canadienses. “Todo está sobre la mesa”, apuntó Trudeau, añadiendo que aunque será perjudicial para Canadá, también lo será para los consumidores estadounidenses.
Cada día, casi 3,600 millones de dólares canadienses en bienes y servicios cruzan la frontera, y Canadá es el principal destino de exportación para 36 estados de Estados Unidos. Trudeau también comentó que Trump sigue expresando preocupaciones sobre la frontera, mencionando que el presidente estadounidense había señalado que la cantidad de fentanilo que llega desde Canadá y México es “masiva”. No obstante, Trudeau aclaró que menos del uno por ciento de las drogas ilegales y los migrantes provienen de Canadá, a pesar de lo cual el país está invirtiendo más de 1,000 millones de dólares para reforzar la frontera.
Trump también sigue malinterpretando el déficit comercial de Estados Unidos con Canadá, una nación rica en recursos naturales. A pesar de los datos, Trump insiste en que el déficit asciende a 200,000 millones de dólares. “Ya no vamos a tener eso. No podemos hacer eso”, afirmó Trump, sugiriendo incluso que Canadá podría convertirse en un estado para evitar el déficit y la necesidad de imponer aranceles.
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