El accidente del vuelo de Azerbaijan Airlines, que dejó 38 muertos y conmocionó a la comunidad internacional, sigue envuelto en interrogantes. Los registros del diálogo entre los pilotos y el control aéreo revelan los momentos de pánico, decisiones críticas y la confusión que precedieron al impacto de la aeronave en Kazajistán.
El avión Embraer E190AR, que transportaba a 67 personas, habría sido alcanzado por un misil tierra-aire Pantsir-S1 disparado desde Chechenia, según informes preliminares. Mientras las autoridades rusas atribuyen el incidente a un posible ataque con drones ucranianos, expertos señalan que los daños en el fuselaje sugieren una explosión cercana por metralla.
**Momentos críticos en cabina**
Los registros comenzaron a las 8:12 cuando los pilotos reportaron problemas de navegación: “Se perdió el GPS de ambos”, comunicaron al control aéreo mientras intentaban orientarse. Apenas cuatro minutos después, notificaron un nuevo problema, describiéndolo como un “impacto de pájaro en la cabina”. A pesar de la respuesta inmediata del control aéreo, los problemas continuaron agravándose.
A las 8:16, los pilotos intentaron redirigir el vuelo a Mineralnye Vody, Rusia, pero reportaron la pérdida de control de la aeronave. Las últimas comunicaciones indicaron fallos críticos, como alta presión en la cabina y la pérdida del sistema hidráulico.
**El silencio antes del impacto**
El avión desapareció del radar durante 37 minutos, reapareciendo cerca del aeropuerto de Aktau, en Kazajistán, donde intentaron un aterrizaje de emergencia. Sin embargo, los esfuerzos fueron insuficientes para evitar la tragedia.
**Especulaciones y tensiones**
Expertos consideran que los daños en el fuselaje confirman la detonación de metralla, aunque las autoridades kazajas han negado la participación de Rusia y Azerbaiyán en la investigación para garantizar imparcialidad.
**El horror en cabina**
Un video capturado por un pasajero mostró escenas de caos: máscaras de oxígeno desplegadas y oraciones entre los pasajeros mientras los pilotos agotaban las opciones para salvar la aeronave.
La tragedia pone de manifiesto los riesgos de volar en regiones marcadas por conflictos bélicos, subrayando las tensiones y las decisiones desesperadas que, en esta ocasión, resultaron fatales.
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